Cambios Demográficos Que Afectan La Iglesia Son Ahora Una Urgente Realidad Para La Nación

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Los católicos de los Estados Unidos han escuchado con frecuencia durante la pasada década o más acerca de los cambios demográficos que contribuyen a la estructura de la iglesia, especialmente con el creciente número de hispanos que ahora viven en los Estados Unidos.

Y ahora sin embargo, es el turno de los Estados Unidos de reconocer esta urgente realidad de cambio demográfico y de adaptarse a ella.

En un programa del 15 de diciembre en la Brookings Institution, el miembro de más antigüedad, William Frey, demógrafo de profesión y analista de tendencias, deslindó algunas de las verdades que se pueden recoger de los datos del Censo de los Estados Unidos y que aparecen en su nuevo libro, “Diversity Explosion”.

Para empezar, una gran mayoría de estadounidenses de todas las razas y grupos étnicos viven ahora en suburbios y no en el centro de ciudades. Esto se confirmó con respecto a asiáticos en el censo del 1990 y de hispanos en el censo del 2000. En el censo del 2010 se demostró que un 51 por ciento de todos los del grupo afroamericano viven ahora en jurisdicciones suburbanas.

Entre los afroamericanos, después de generaciones migrantes del Sur hacia el Norte, ahora la tendencia ha cambiado y se dirige de Norte a Sur. Un ejemplo de esto puede ser la zona metropolitana de Chicago y de Atlanta. Hace cincuenta años, había 1.2 millón de afroamericanos que vivían en la zona de Chicago, tres veces más que la población de esta etnia en Atlanta. Hoy, hay en ambas zonas metropolitanas más de 1.6 millón de afroamericanos y Atlanta metropolitana le lleva la delantera a la Ciudad de los Vientos.

Detalles más conclusivos se ven en la inmigración de hispanos dentro de los Estados Unidos. Frey identifica 145 comunidades de estadounidenses que demuestran un gran influjo de hispanos en lugares en donde antes había pocos. También encontró otras 44 comunidades en las que los hispanos ya cuentan con significativa presencia, pero gran número hacia allá se dirigen, y 43 más en donde los hispanos forman una considerable porción de la población en donde el crecimiento es más moderado.

Muchas de estas comunidades viven en zonas costeras y del sur de los Estados Unidos. Pocas regiones se ven excluidas de este aumento de población hispana; Nueva Inglaterra es una parte del país que no se ha visto expuesta a ninguna de estas tendencias de población hispana.

Enrique Pumar, director del departamento de sociología de The Catholic University of America en Washington, y miembro de su Instituto de Investigaciones de Política de Acción y Estudios Católicos, le dijo al Catholic News Service que a Frey se le pasó mencionar que “las tensiones raciales que inicialmente surgieron en muchas zonas en donde tradicionalmente dominaba un grupo, cuentan con recién llegados que se han establecido allí, y que no saben bien cómo responder a eso”.

E hizo mención de Greensboro que, como otras tantas ciudades de Carolina del Norte experimentan ahora estas tensiones y sugiere que Nueva Orleans, después del ciclón Katrina, podría ser tal sitio en el futuro.

Ronald Brownstein, coordinador de cobertura política de Atlantic Media, notó una tendencia más actual: “Este ha sido el primer año de escuela en donde la mayoría de alumnos desde Jardín de Niños hasta el 12vo grado no son de raza caucásica”, dijo en su informe dado a conocer en Brookings.

La forma en la que el país responda a estos cambios demográficos, tanto en política de acción como en política mayor, determinará la dirección que los Estados Unidos tomen para las generaciones por venir.

Frey dijo que se siente optimista sobre la habilidad de los estadounidenses para adaptarse a cambios, añadiendo que el propio interés de los estadounidenses guiará a la nación.

“Los estadounidenses de mayor edad necesitan hacer que las jóvenes generaciones tengan éxito”, añadió, haciendo notar que las generaciones más jóvenes cuentan con menos personas de origen caucásico y las generaciones mayores son predominantemente caucásicas; el 85 por ciento de todos los estadounidenses de 85 años de edad o más son caucásicos y solamente un 51 por ciento de los niños de hoy de 5 años para abajo lo son.

Brownstein prevé la posibilidad de problemas en el futuro y menciona los callejones sin salida en los que se ha visto recientemente el Congreso.

“Esta generación no quiere invertir en las generaciones más jóvenes”, dijo, a pesar de que los impuestos de las generaciones jóvenes ayudarán a pagar los beneficios de la generación de mayor edad, como el Seguro Social.

Brownstein dijo que las líneas divisorias de la arena política están marcadas claramente. El partido republicano se ha convertido en el partido de blancos; el 90 por ciento de los votos a favor de Mitt Romney en su candidatura del año 2012 procedieron de blancos; por otra parte, el último demócrata que ganó acceso a la Casa Blanca con apoyo de mayoría blanca fue Lyndon Johnson en 1964, aunque una mayoría de clase blanca trabajadora apoyó candidatos demócratas durante la postulación sin éxito de Walter Mondale en 1984. De la misma forma, el presidente Barack Obama es el primer presidente que alcanzó el poder a pesar de perder votos entre los votantes blancos en un 10 por ciento o más de puntos. En 2008, perdió con un 11 por ciento; en 2012, por un 20 por ciento.

“Los republicanos no tienen suficientes votos para tener acceso a la Casa Blanca de forma consistente”, dijo Brownstein. “Por otra parte, los demócratas no cuentan con suficientes votos de blancos para alcanzar mayoría en la Cámara o el Senado de forma consistente”, haciendo notar que, con la excepción de un periodo de tiempo de cuatro años, el partido republicano ha tenido el control de la Cámara baja desde 1995. A esto se debe en gran parte el estancamiento en Washington, añadió. —CNS