Catolicismo Hispano

Presencia Hispana en las Escuelas Católicas

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Una gran inquietud que expresan muchos padres de familias católicas es su imposibilidad de educar sus hijos en escuelas católicas. En varias ocasiones hemos sido abordados mientras ofrecemos cursos y talleres en nuestros sectores menos favorecidos económicamente, sobre el interés que tienen los feligreses de que sus hijos reciban el pan de la enseñanza en las escuelas católicas. Ellos argumentan que siendo feligreses parroquiales quisieran que el sano ambiente escolar y de fe que se respira en dichas escuelas sea el ambiente donde se eduquen sus hijos e hijas. Pero muchas veces la matricula para inscribirse en una escuela católica no cabe en el presupuesto de pobres inmigrantes que zozobran en la ciudad con magros ingresos que apenas les permite cubrir las necesidades más básicas para sobrevivir. Muchos hacen grandes esfuerzos y logran colocarlos por algún tiempo, pero, generalmente la situación empeora y con el correr de los meses se ven precisados a colocarlos en la escuela pública.

Algunos párrocos y directores de escuelas hacen grandes esfuerzos para otorgar becas, pero estas deben ser restringidas de forma tal que la escuela pueda recibir los ingresos que le permita cubrir sus gastos. Hay que tomar en cuenta que la mayoría de las escuelas católicas que antes cubrían su docencia con religiosas y religiosos, hoy día lo hacen con personal docente laico, lo cual implica un incremento considerable en los gastos de la escuela. Para lidiar con esa situación, el Arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, ha tomado con entusiasmo las recomendaciones que ha hecho un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad de Notre Dame con la pretensión de que en los próximos 10 años se duplique la presencia de católicos hispanos en las escuelas católicas.

El Arzobispo de Nueva York ha instruido a las instancias correspondientes de nuestra Arquidiócesis para que se hagan esfuerzos bien organizados a fin de que las niñas y los niños hispanos sean provistos de la mejor educación posible. Hay conciencia de que el crecimiento cuantitativo de la Iglesia en los Estados Unidos se debe fundamentalmente a la presencia hispana. Sin embargo, a nivel nacional, sólo el 3 por ciento de los niños y niñas latinas pueden asistir a las escuelas católicas. En la Arquidiócesis de Nueva York, con la mitad de la población católica de origen hispano, las cifras de inscripción son mucho más elevadas, pero todavía muy lejos de reflejar la proporcionalidad correspondiente a las familias hispanas que llenan los bancos de nuestras parroquias, sobre todo en la zona urbana de Nueva York.

El excelente trabajo que la Iglesia, en cumplimiento de su misión, ha llevado a cabo con los inmigrantes, tanto hispanos como de otros grupos étnicos y culturales, da un paso de avance con este proyecto que ofrecerá muy buenas oportunidades educativas a las familias católicas hispanas en las escuelas católicas. Las familias católicas hispanas reciben un rayo de luz que alumbra un camino promisorio para la educación de sus hijos. Los católicos hispanos deben mantenerse atentos al desarrollo de esas iniciativas para sacar el mejor provecho posible de las mismas. Hay esperanzas de que los padres de familia católicos hispanos vean colmados sus sueños de educar sus hijos en las mejores escuelas de Nueva York, las escuelas católicas.