LORD, TO WHOM SHALL WE GO?

Mandatos Evangélicos Que Pueden Guiar el Estudio de Nuestras Parroquias

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Algo extraordinario está pasando—Y se está dando desde la primavera pasada,  siendo para un futuro previsible—en toda la arquidiócesis.

Más de un millar de católicos comprometidos, representantes de cada una de nuestras 368 parroquias—Mayordomos Parroquiales(Trustees), miembros del consejo parroquial, religiosos y religiosas, diáconos y sacerdotes—están participando en un proceso estructurado de planificación pastoral estratégica, de: Haciendo Todas Las Cosas Nuevas.

Este es nuestra intención, que con la guía del Espíritu Santo,  estamos estudiando detenidamente nuestras parroquias, preguntándonos de cómo pueden ser más  fieles a la sagrada tarea de enseñar, servir y santificar, según la mente y el corazón de Cristo.

¿Pueden las parroquias vecinas trabajar más estrechamente juntas, compartiendo sacerdotes, personal, edificios y recursos? Habrá casos de que algunas parroquias puedan  combinarse  o fusionarse? ¿Podrían algunas parroquias que se dé el caso incluso que cerrar, ya que sus habitantes se han movido, y que otra parroquia más vibrante este tan cerca? ¿Podrían algunas parroquias el que tengan que construir o ampliar  sus locales?  O tal vez se necesitan nuevas parroquias en determinadas áreas?

Todo este proyecto actúa como si fuera un examen de conciencia, como pueblo de Dios y sus pastores se preguntan cómo nuestras parroquias están cumpliendo con las expectativas de Jesús y de su Iglesia.

Todo llega a su tiempo, ya que el mismo Papa Francisco nos ha pedido que echemos una mirada hacia atrás de cómo nosotros, como Iglesia para saber si estamos a la altura de lo que el Señor Jesús le ha pedido.

Sí, es mucho tiempo que consume, a veces frustrante y tedioso, y neurálgico. Podríamos haberlo hecho de otra manera: Yo simplemente podría haber decidido por mi cuenta para que las parroquias podían haberse fusionarse o cerrarse. Eso habría sido más rápido, más eficiente...y desastroso. Esos días ya no se dan...

Todas las diócesis del país que han hecho esta estratégica pastoral de planificación—y la mayoría de nosotros tenemos que—decir que no hay manera fácil y rápida de hacerlo. No hay manera sin dolor para hacerlo. Pero, puede ser mucho menos doloroso si las personas son una parte importante del proceso  de planificación. Ellos deben ser escuchados.

Así, más del 90 por ciento de nuestra parroquias—algunos se niegan a cooperar (Y ojo: van a ser las que se quejan más cuando se tomen las decisiones.)—Ahora están reflexionando sobre la pregunta fundamental: ¿qué hace que una parroquia sea activa, atractiva y exitosa en acercar a la gente a Jesús y a su Iglesia?

Muchos puntos de referencia vienen de nuestros grupos. Le he pedido a mi propio personal, así como el Consejo Pastoral Arquidiocesano y el Consejo Presbiteral de tomar apuntes para darle indicaciones de  una parroquia efectiva, sacando algunas normas comunes de nuestras parroquias asociadas en grupos que puedan ser usadas y luego tomadas como guías en sus recomendaciones.

Voy a tratar de resumirlas en los tres mandatos que provienen del Evangelio, la triple misión que la Iglesia y que es el de enseñar, el servir, y el de santificar. Por lo tanto, vamos a tomar cada uno de esta triple misión de la Iglesia, comenzando por el último (y más importante), y tratar de llegar a un plan para una parroquia pastoralmente excelente.

Santificar!

• Misas dominicales concurridas, con reverencia y se note la alegría en la celebración, con la participación plena y activa de los fieles (por ejemplo, lectores, ministros de la Eucaristía [cuando no haya clero suficiente], servidores, coros, ujieres), música inspiradora, una bienvenida calurosa, un ambiente hospitalario, y una sólida homilía, bien preparada;

• La ampliación de la Eucaristía dominical a través de la Misa diaria y con ocasiones de adoración Eucarística;

• La “conversión del corazón” a través de la disponibilidad del sacramento de la penitencia (ampliamente programado), un día de la parroquia de recogimiento, misiones, y las invitaciones a los retiros parroquiales;

• Una rica vida devocional con abundante piedad popular, como novenas, celebraciones festivas, las estaciones de la cruz, el rosario;

• Los sacerdotes, diáconos, y líderes de confianza para la dirección espiritual, una guía moral, la orientación pastoral y aliento a los fieles.

• El estímulo y la disponibilidad de todos los sacramentos de la Iglesia: la Eucaristía, la confesión, el bautismo, la confirmación, el matrimonio y la unción de los enfermos;

• Especial solicitud para con los enfermos, los ancianos, los que no pueden salir de su casa, asegurándose de que tienen un vínculo con la parroquia, y una gran oportunidad para los sacramentos en su propio entorno;

• El alcance y evangelización para aquellos que están recién llegados, o que han abandonado la Iglesia;

• El Rito de Iniciación Cristiana de Adultos para los que desean convertirse al catolicismo;

• Los matrimonios y las familias activas, los matrimonios con problemas y sus familias fracturadas en casa y que son de las parroquias.

• La promoción de las vocaciones al sacerdocio; diaconado; a la vida consagrada religiosa para las mujeres y los hombres, el matrimonio para toda la vida en la fidelidad y el discipulado laico.

• Un ambiente de oración en la parroquia, con intenciones especiales en la intercesión diaria, la iglesia que este abierta para las  visitas, y promover la llamada universal a la santidad.

• Oraciones por los fieles difuntos, y la atención especial en los funerales para con los afligidos.

Para Servir!

• Los pobres, hambrientos, y los que sufren son bienvenidos y atendiéndoles con caridad;

• El inmigrante, el enfermo, el discapacitado físicamente o mentalmente y los no nacidos son acogidos por nosotros dándoles nuestro cuidado y atención.

• El servicio a la comunidad se ha de  fomentar en colaboración con entidades ecuménicas y cívicas;

• El compromiso de la Iglesia en general, especialmente al Santo Padre, las misiones, la Iglesia que sufre, y la arquidiócesis;

• Los grupos de apoyo especiales, por ejemplo, los que están de duelo, los que sufren adicciones, han de estar disponibles para servirles.

• Nuestros jóvenes (adolescentes y adultos jóvenes) que buscan vigorosamente, darles la bienvenida, y la ayuda a sentirse parte de la parroquia;

• Atención a los hospitales, hogares de ancianos y prisiones dentro de la jurisdicción  de la parroquia;

• Atletismo, eventos sociales, celebraciones y organizaciones, que conformen la parroquia un verdadero hogar.

• Puesto que el mandato de gobernar es también parte del servir, una parroquia exitosa tendría:

• un consejo parroquial;

• un consejo de asuntos económicos;

• Los edificios y los jardines en buen estado;

• Una auditoría anual;

• Mayordomos Parroquiales (Trustees);

• un presupuesto negativo, con las facturas de forma responsable, incluyendo aquellas deudas que se deben a la arquidiócesis—si es que existe, siendo responsable para ser pagado, [dado que mientras que la solvencia financiera no es el único criterio para una parroquia vibrante, pero que si es muy importante! Si una parroquia no puede pagar sus sacerdotes, sus facturas, y mantener sus programas y edificios, podría ser una señal de que la parroquia debe cerrarse o fusionarse con otra parroquia.]

• El clero (sacerdotes, diáconos) y agentes de pastoral que están presentes, confiables y accesibles a las necesidades espirituales y pastorales.

Enseñar!

• Con plena participación (por el apoyo financiero y el estímulo de los niños a asistir) la escuela regional o parroquial;

• Un programa de educación religiosa para los niños en los grados del 1-8, que no están en una escuela católica, administrado por un profesional pagado, con catequistas acreditados;

• La formación permanente en la fe para jóvenes y adultos;

• La disponibilidad de la lectura espiritual, literatura religiosa y católica de Nueva York en la parroquia;

• Invitaciones especiales a los no católicos o católicos que se han alejado, para aprender acerca de la fe;

• Estudio de la Biblia.

¿Me he olvidado de algo? Probablemente si ¡Lo siento!

Pero es solo un buen comienzo. A medida que continuamos dando nuestra mirada a nuestras parroquias, vamos a darles una cartilla con sus calificaciones. Algunos podrían concluir con sobriedad y otras tristemente pueda ser que su parroquia este pasando por ese enfriamiento. Se podrá proponer una colaboración más intensa con su parroquia vecina, o incluso fusionarse—o cerrarse o unirse a  esta otra parroquia.

Ahora, ni siquiera nuestras mejores parroquias y tenemos muchas de ellas, que pueden estar viviendo todos estos casos. Es por eso que estamos haciendo esta planificación estratégica pastoral para ver cómo podemos hacerlo de una manera mejor!

Gracias por todo lo que hace! Estamos dando un buen comienzo. Tenemos que tomar algunas decisiones que son difíciles en adelante. Nada es imposible con la ayuda de Dios!