Nuestros Tiempos Cambiantes Quizá Exijan Cambios Dentro de las órdenes Religiosas, Dice El Papa

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Las personas que pertenecen a órdenes religiosas, junto con la congregación del Vaticano que las dirige, deben de proceder en forma valiente en una auditoría de las estructuras y prácticas actuales prevalentes en órdenes religiosas para determinar si ayudan o entorpecen la proclamación del Evangelio, la búsqueda de la santidad y el servicio a los pobres, dijo el papa Francisco.

“No debemos tener miedo de dejar atrás ‘odres viejos’; es decir, no debemos tener miedo a renovar las viejas rutinas y estructuras que, en la vida de la iglesia y la vida consagrada, ya no responden a lo que Dios nos pide hoy en día, a fin de promover su reino en el mundo”, dijo el papa, quien anteriormente fue padre provincial de los jesuitas en Argentina, ante los miembros de la Congregación de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

El papa se reunió con miembros de diferentes congregaciones, el 27 de noviembre, tres días antes de la apertura del Año de la Vida Consagrada. El mismo día, también se reunió con algunos padres paulinos, con las hijas de San Pablo, y otros grupos religiosos y laicos que heredan su inspiración de la fundación de órdenes del beato James Alberione, dedicadas a la evangelización utilizando los medios de difusión.

En su alocución ante los miembros de congregaciones religiosas, el papa dijo que la iglesia debe proceder con valentía al reconocer y cambiar “las estructuras que nos dan el sentido de una falsa protección y que condicionan la fuerza dinámica de la caridad”, como también reconocer y cambiar “las rutinas que nos ponen a distancia del rebaño hacia el cual hemos sido llamados y enviados; rutinas que no nos dejan escuchar el clamor de los que esperan la Buena Nueva de Jesucristo”.

El papa Francisco dijo también ante la asamblea que “a partir del Segundo Concilio Vaticano, el viento del Espíritu Santo ha continuado soplando con fuerza”, empujando a las órdenes religiosas a fin de que cumplan con la renovación para la cual el concilio nos ha llamado, cultivando nuevas formas de vida religiosa en la iglesia.

“Dentro de la porción de la viña del Señor, representada por los que han escogido imitar a Cristo más íntimamente” por medio de los votos de pobreza, castidad y obediencia, dijo, “han madurado uvas nuevas y en la molienda se ha producido un vino nuevo”.

La congregación y las órdenes religiosas, dijo, han sido llamadas “a llegar a un discernimiento de la calidad y la cosecha del ‘vino nuevo’ que se ha producido en este largo período de renovación y, al mismo tiempo, han sido llamadas a evaluar si las odres que contienen el vino, representadas por las formas institucionales presentes de vida consagrada, son las adecuadas para contener ‘este vino nuevo’ y conseguir su madurez completa”.

El papa Francisco les dijo a los asistentes que sabe bien que no todas las noticias sobre la vida religiosa son positivas y que la iglesia no debe “esconder las zonas de debilidad”, incluyendo “la resistencia al cambio en algunos sectores, la habilidad disminuida para atraer nuevos miembros, el número de los que abandonan la vida religiosa, que no deja de ser relevante…Todo esto me preocupa mucho, terminó diciendo”. —CNS