‘Todos Somos Guadalupanos’, Dice el Cardenal en Misa en la Catedral

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Alfonsa Inés Medina se reunió con cientos de católicos en una misa especial en español en la Catedral de San Patricio la mañana del 12 de diciembre para celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe.

“La Virgen de Guadalupe es la Madre de las Américas”, dijo ella en una entrevista después de la misa.

“Esta es una tradición que tenemos cada año; tenemos una pequeña estatua de la Virgen en nuestra casa con velas y flores. Además tenemos reuniones de oración y rezamos el Rosario con mucho amor”.

La Sra. Medina es casada y madre de un hijo adolescente y dos hijas jóvenes adultas. Ella y su esposo Armando son feligreses de la parroquia de St. Ann en East Harlem. Ambos son nativos de México.

La liturgia de las 10 a.m. fue una de las dos misas celebradas en la catedral en honor a Nuestra Señora de Guadalupe en el día de su fiesta. La misa fue celebrada especialmente para jóvenes y jóvenes adultos. Las personas que asistieron a la misa fueron recibidas con una excelente vista de la reluciente fachada exterior de la catedral sin los andamios de construcción que han estado ahí desde el 2008.

Esa misma noche, una misa fue ofrecida a las familias. El Obispo auxiliar Eugenio A. Lira Rugarcía de la diócesis de Puebla, México, y secretario de la Conferencia Episcopal de México fue el celebrante y predicador.

Las misas culminaron una celebración arquidiocesana a lo largo de la semana para la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas, la cual se inició en las parroquias en los condados al norte de la ciudad de Nueva York el 6 de diciembre, y que luego se extendió a las parroquias de la ciudad. Recorriendo las parroquias con imágenes de Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego incluyendo una estatua de la Madre Santísima elaborada justamente este año.

La arquidiócesis y Casa Puebla de Nueva York patrocinaron las celebraciones.

El 12 de diciembre, una procesión en la mañana se extendió por los andenes de la Quinta Avenida desde el Parque Central en donde anteriormente había tenido lugar un breve servicio de oración.

El Cardenal Dolan, celebrante principal, saludó a las personas en procesión en los escalones del frente de la catedral, donde él también recivio una antorcha durante la ceremonia. El cardenal además bendijo la nueva estatua de Nuestra Señora de Guadalupe.

Varios de los participantes, quienes fueron alrededor de 100 personas, llevaron puestas máscaras ceremoniales y trajes además de ser acompañados por varios miembros uniformados de los Caballeros de Colón, y más de una docena de monjas.

Durante sus palabras de bienvenida, el cardenal dijo: “Nos reunimos aquí como una familia. Viva la Virgen de Guadalupe. Hoy todos somos Guadalupanos. Bienvenidos a la Catedral de San Patricio. Este es nuestro hogar espiritual”.

El Padre Santiago Rubio, recientemente nombrado director espiritual de la Comisión Arquidiocesana de Nuestra Señora de Guadalupe y párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en la parroquia de San Bernardo en Manhattan, dio la homilía.

El padre Rubio habló del papel especial de María como Madre de Dios, y su conexión profética con su prima Isabel, madre de Juan Bautista. El padre también habló de las apariciones de la Santísima Virgen a Juan Diego en el cerro del Tepeyac en México en 1531.

“Así es como se manifiesta la gloria de Nuestra Señora de Guadalupe”, él señaló, y agregó que todos debemos seguir el ejemplo de Maríaen su fe y de ser leal.

“La Virgen María nos enseña a que de manera continua busquemos y encontremos lo bueno en los seres humanos ...Que viva Jesús; Que Viva la Virgen”, añadió el Padre Rubio.

Jorge Sánchez, un feligrés de la parroquia de Santa Juana de Arco en Jackson Heights, Queens, también estuvo entre los asistentes a la misa de Guadalupe en la catedral. El y su esposa Rosario son originarios de México, y tienen un hijo y una hija.

“Yo creo mucho en la Virgen de Guadalupe; así que esto es muy importante para mí”, dijo Sánchez. “Estamos pasando esta tradición a nuestros hijos ...Estoy feliz de que él (el Cardenal Dolan) nos haya acompañado en este día. Su presencia es muy importante ...Siempre la fe es muy importante”.

Casi al final de la Misa, cartas de gratitud fueron leídas en nombre de la Arquidiócesis de México y la Oficina del Alcalde de Nueva York. Ambos agradecieron al Cardenal Dolan y a la Arquidiócesis de Nueva York por el apoyo continuo y significativo hacia los inmigrantes y sus familias.

También al final de la misa, niños y niñas con sus vestimentas se reunieron con el cardenal, quien los bendijo.