Misa Centenaria Cita el Cuidado de la Madre Cabrini para los Inmigrantes

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En una misa conmemorativa del centésimo aniversario de la muerte de la madre Cabrini, el cardenal Dolan dijo: “La amamos. La necesitamos. Agradecemos a Dios por ella... Ella misma se convirtió en inmigrante, en busca del inmigrante”.

La madre Cabrini, quien fue canonizada en 1946, fundó las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y es la patrona de los inmigrantes.

Santa Francisca Cabrini vivió el mensaje de las Escrituras en su vida y ministerio, dijo el cardenal. “Regocíjate siempre; ora sin cesar; da gracias en todas las circunstancias; y no apagues al Espíritu Santo”.

La liturgia de la tarde, realizada en inglés y español, se ofreció el 16 de diciembre en el santuario St. Frances Cabrini en la sección de Washington Heights en Manhattan. Las 270 personas que asistieron fueron una congregación multicultural con ascendencias de África, América Latina y otras partes del mundo.

La madre Cabrini, una ciudadana estadounidense nacida en Italia, murió en Chicago el 22 de diciembre de 1917, a los 67 años.

El cardenal Dolan anotó que el papa Francisco nos ha recordado “que todos somos misioneros y que la Iglesia está en misión permanente, y que ella (la madre Cabrini) es ejemplo de una nueva evangelización”.

En un mundo donde la “caricaturización del inmigrante y el refugiado” se han vuelto algo común, las obras compasivas de la madre Cabrini son tan valiosas ahora como lo fueron hace más de 100 años.

Dirigiéndose a las hermanas Cabrini sentadas en los bancos del frente de la iglesia, el cardenal Dolan dijo, “Queridas hijas, esta arquidiócesis las aprecia; estamos orgullosos de que este sea su hogar. Las necesitamos más que nunca... Que viva la madre Cabrini. Regocíjense en el Señor, siempre”.

Las palabras del papa Francisco fueron reconocidas en el programa de la misa: “La madre Cabrini tuvo el valor de mirar a los ojos de los niños huérfanos, los jóvenes desempleados, los hombres y las mujeres explotadas para hacer los trabajos más humildes; y por lo tanto ...(nosotros) agradecemos a Dios por su santidad. En cada uno de esos hermanos y hermanas, ella reconoció el rostro de Cristo”.

Los organizadores señalaron que la ciudad de Nueva York tuvo un lugar especial en el corazón de la madre Cabrini. Para honrar su memoria y legado, el santuario de la madre Cabrini fue dedicado en mayo de 1960. Sus restos se conservan dentro del altar principal. El arte y el diseño del santuario reflejan la amplitud de su ministerio y el impacto de su congregación en el siglo XX. Detrás del altar hay un mosaico panorámico de su vida y misión.

Hoy, las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús traen esperanza a hombres, mujeres y niños en los cinco continentes y 17 países.

Nacida en Italia el 15 de julio de 1850, la madre Cabrini fundó las Hermanas Cabrini en ese país en 1880. Siguiendo la petición del papa León XIII de que fuese a los Estados Unidos, ella llegó al puerto de Nueva York en 1889 con seis monjas. Ella viajó por todos los Estados Unidos abriendo escuelas, hospitales, orfanatos y misiones para inmigrantes durante el apogeo de la emigración italiana al continente americano.

La hermana Barbara Staley, M.S.C., dio un discurso de bienvenida en la misa celebrando el centenario. Ella es la Superiora General de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús con sede en Roma. En una entrevista con CNY después de la misa, la hermana Barbara dijo: “El desafío con los inmigrantes es complejo. Estamos presentes en 17 países, por lo que en algunos lugares tenemos la oportunidad de asistir en las crisis inmediatas de las personas que cruzan fronteras territoriales y que necesitan alimentos, refugio y seguridad”.

“En otros lugares estamos colaborando a niveles más intermedios, podemos ayudar a las personas a establecerse, a entender cuáles son sus derechos, qué servicios sociales están disponibles para ellos, y a ayudarlos a integrarse aún más en su nueva cultura”.

La hermana Barbara dijo que su orden religiosa se ha comprometido a abrir dos nuevas misiones en 2018, una en Roma para inmigrantes de África y la otra en el norte de Uganda para refugiados de Sudán del Sur.

En la misa, Bárbara González-Alarcón, una hispana nacida en los Estados Unidos con raíces familiares en Puerto Rico, Cuba y la República Dominicana, dijo a CNY haber recibido las declaraciones del cardenal Dolan como algo “verdaderamente conmovedor y estimulante, sobre todo su mención de cómo la madre Cabrini dio mucho amor a los inmigrantes en nuestra ciudad”.

“Eso es algo particularmente conmovedor ahora que en nuestro país y en nuestra ciudad existe un sentimiento antiinmigrante tan fuerte”, dijo la feligresa de la parroquia de Santa Elizabeth en Washington Heights.