Obispo Vásquez: Trump ‘Rasgará Familias’, Perjudicará Comunidades

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El director del Comité sobre Migración de los obispos estadounidenses criticó la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de construir un muro a lo largo de la frontera Estados Unidos-México, diciendo que este “innecesariamente pondría en peligro las vidas de los inmigrantes”.

El obispo Joe S. Vásquez de Austin, Texas, director del Comité sobre Migración de los obispos estadounidenses, también criticó la orden de Trump sobre un aumento repentino de detenciones de inmigrantes y de forzan la deportación, diciendo que esto “rasgaría familias y provocaría temor y pánico en las comunidades”.

Trump firmó las dos órdenes ejecutivas sobre seguridad nacional el 25 de enero, durante una visita al Departamento de Seguridad Nacional.

Anteriormente, el secretario prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que el muro, piedra angular de la campaña electoral de Trump, “contendría el flujo de drogas, crimen e inmigración ilegal” a lo largo de la frontera sureña. Él también dijo que la más alta prioridad de Trump es la seguridad nacional.

Pero horas después, el obispo Vásquez emitió un comunicado diciendo que la construcción del muro “haría a los migrantes, especialmente a las mujeres y los niños vulnerables, más susceptibles a los traficantes y contrabandistas. Además, la construcción de tal muro desestabiliza las muchas comunidades vibrantes y bellamente interconectadas que viven en paz a lo largo de la frontera.

“En vez de construir muros, en este momento, mis hermanos obispos y yo continuaremos siguiendo el ejemplo del papa Francisco. Nosotros ‘procuraremos construir puentes entre los pueblos, puentes que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación’”.

Durante una visita a México en febrero del 2016, el papa Francisco viajó hasta la frontera estadounidense en Ciudad Juárez y suplicó por la situación difícil de los inmigrantes. Él dijo que los que se rehúsan a ofrecer refugio y paso seguros están incurriendo en deshonor y autodestrucción, ya que sus corazones se han endurecido y han “perdido su sensibilidad al dolor”.

El obispo Vásquez dijo que los obispos respetan el derecho del gobierno a controlar sus fronteras y garantizar la seguridad de todos los estadounidenses, pero dijo: “No creemos que un aumento a gran escala en la deportación de inmigrantes ni un aumento intensivo en la aplicación de las leyes en las comunidades inmigrantes es la manera de lograr esas metas. En vez de ello nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con una reforma abarcadora, compasiva y con sentido común”.

“Continuaremos apoyando y estaremos en solidaridad con las familias inmigrantes. Le recordamos a nuestras comunidades y a nuestra nación que estas familias tienen un valor intrínseco como hijos de Dios. Y a todos aquellos impactados por la decisión de hoy, estamos aquí para caminar con ustedes en este viaje”, dijo el obispo Vásquez.

La segunda orden ejecutiva de Trump también dirigió a John F. Kelly, secretario de seguridad nacional, buscar cómo fuentes de fondos federales podrían ser recortadas a estados y ciudades que albergan ilegalmente inmigrantes. Spicer dijo que las supuestas “ciudades refugios” le crean un problema a los que pagan impuestos.

“Tenemos estadounidenses trabajando allá afuera” y su dinero de impuestos es enviado a lugares que no aplican la ley, él dijo.

La Red Nacional PICO, la red más grande de congregaciones de grupos religiosos del país, incluyendo católicos, retó la orden ejecutiva sobre las ciudades refugios.

“Las represalias contra las comunidades locales porque se rehúsan a seguir normas inmorales son parte de un plan emergente del presidente Trump de no solamente intimidar a la gente que se atreva a discrepar con él, sino también aislar y marginar aun más a la gente que es distinta a él”, dijo Eddie Carmona, director de la campaña LA RED de la Red Nacional PICO. “Tal comportamiento es inconsistente con la noción sostenida durante mucho tiempo de que América era un lugar de oportunidad para todos”. —CNS