Si El Trabajo Del Sínodo Se Encarna en La Iglesia, Los Juicios Falsos Se Suspenderán, Dice Obispo

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Si el proceso de escuchar con respeto y sostener diálogo, respaldados y experimentados en el Sínodo de Obispos, cuyo estudio ha sido la familia, se aplicará a nivel local, se iniciaría entonces el fin de una era de juicios y el comienzo de “una iglesia de ternura para todos”, dijo un sinodal.

“Sería el comienzo de una nueva iglesia “en la que se daría la bienvenida, se acompañaría, se escucharía y “también en donde se hablaría con claridad “ sobre Dios, dijo el obispo Lucas Van Looy, de Ghent, Bélgica, en el Vaticano, el 23 de octubre.

Si la experiencia del Sínodo se abrazara por toda la iglesia, dijo, “Yo afirmaría que eso le pondría fin al juicio contra personas, sería el fin de una iglesia que arroja juicios sobre cualquier situación”, dijo.

El obispo, que cuenta con 74 años de edad, habló en la rueda de prensa junto con el cardenal Gerald LaCroix, de Quebec, y con el cardenal de Ghana Peter Turkson, presidente del Concejo Pontificio de Justicia y Paz.

Los tres prelados les dijeron a los periodistas que el Sínodo había sido transformador y enriquecedor debido a que se pudo experimentar la práctica del diálogo y respeto que se subrayó con frecuencia como la tendencia pastoral necesaria a utilizarse hoy en día en el tratamiento de familias.

“Empleamos tres semanas de escucha. Y no es solamente teoría que dice que para evangelizar uno debe de escuchar; no, tuvimos la experiencia “ dentro y fuera del auditorio del Sínodo en donde pudimos escuchar, respetar y recibir a muchas personas, dijo el obispo Van Looy.

El cardenal Lacroix dijo: “creo que las reflexiones que hemos hecho y las investigaciones llevadas a cabo todos juntos con discernimiento nos han dado la actitud correcta para buscar el camino correcto”.

El Evangelio es la guía correcta pues “nos habla del corazón, de la misericordia”, dijo. “Esto fue lo que Jesús nos enseñó con el ejemplo de su propia vida. Necesitamos acompañar (al pueblo). Los ministros no se hacen sentados en un trono, desde un púlpito, sino caminando junto al pueblo. Esto es lo que necesitamos ver”.

En el Sínodo no se trató de dar respuestas fijas sino de presentar una actitud como Cristo la quiere, dijo el cardenal.

“Si tratáramos de resolver todos los problemas que afrontan las familias, nos engañaríamos a nosotros mismos; en vez de eso, si nos dejamos guiar y dirigir por una actitud correcta, entonces deberemos ser dispensadores de misericordia. Y para conducir hacia adelante al pueblo de Dios, lo deberemos hacer todos juntos”.

Un periodista preguntó si al informe final, producto del Sínodo, se le adelgazaría o debilitaría por temor a presentar una propuesta “robusta”, en un lenguaje difícil de ser aceptado por una mayoría, durante la votación de párrafo por párrafo, del 24 de octubre.

El cardenal Turkson dijo que el propósito de un Sínodo no era necesariamente el informe escrito al final sino el proceso.

“El meollo de un Sínodo es también aprender a apreciar el punto de vista ajeno. Y quizá ese no sea el propio, pero uno acepta que también representa una situación vivida por su semejante”, dijo.

También el informe final debe de ser lo suficientemente amplio para que abarque muchas situaciones y culturas de todos los obispos y no solamente las propias, dijo.

El cardenal Lacroix dijo que, aceptando que el informe final, que se le entregará al Papa, “es muy importante,... también lo es la experiencia total de haber asistido al Sínodo”.

También, no solamente porque sería imposible incluír en el documento todo lo que se discutió y debatió durante tres intensas semanas de trabajo, eso no quiere decir que toda esa información se perderá de alguna manera, dijo el cardenal canadiense.

El papa Francisco “ha estado escuchando todo durante estas tres semanas”; de esta manera está enterado de los puntos principales y difíciles”. Quizá no haya un consenso en todo, pero Él conoce el peso de cada argumento”.

Y añadió que existe abundante material escrito que los sinodales pusieron a consideración del Papa que Él podría utilizar al tiempo que continúa su ministerio pontificio y el desarrollo posible de un documento postsinodal, si acaso Él decidiera hacerlo. —CNS