En Catedral, Oraciones por Venezuela y Los Inmigrantes

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Un arzobispo jubilado de Cumaná, Venezuela, ofreció sentidas oraciones por los hombres, mujeres y niños que viven en medio de los disturbios sociopolíticos en su amado país, y por muchos venezolanos que han llegado recientemente a Nueva York y a otras ciudades de los Estados Unidos, exhaustos, traumatizados y buscando asilo debido a la agitación en su nación suramericana.

“Dios es un Padre que no nos abandona, un pastor que a tantos acompaña en su travesía por las cañadas oscuras (del Tapón) del Darién (área selvática entre Colombia y Panamá)”, dijo el arzobispo emérito Diego Rafael Padrón Sánchez en su homilía en la misa anual de Nuestra Señora de Coromoto en la Catedral de San Patricio.

Nuestra Señora de Coromoto es la patrona de Venezuela. La misa por la tarde el 11 de septiembre, realizada en español, atrajo a varios cientos de personas. El arzobispo Padrón, celebrante principal, comenzó su homilía expresando su gratitud al cardenal Dolan y a Caridades Católicas arquidiocesanas por “ofrecer un generoso apoyo” a muchos de los solicitantes de asilo venezolanos que han llegado a Nueva York en los últimos meses.

“Y reconocemos que la Virgen María nos une, y nos invita a vivir una misma fe, un solo bautismo, una sola Iglesia; le tenemos un profundo amor, y cariñosamente la llamamos Nuestra Señora de Coromoto”, dijo el arzobispo. “Los venezolanos seguimos siendo un solo pueblo... A través de María hemos recibido la vida en Cristo, en el Espíritu y en la Iglesia”.

El arzobispo Padrón continuó hablando acerca de la necesidad de mantener la fe y la fuerza y resistencia necesarias, citando la fecha, el 11 de septiembre, y las experiencias de los afectados por los ataques terroristas del 9/11 hace 21 años. “Compartimos los tristes recuerdos de esos días”, dijo.

El arzobispo, al señalar las lecturas de los días, habló sobre el significado del perdón a los pecadores, “y la alegría que siente Dios cuando el pecador arrepentido regresa a Él”. Y habló de la rica historia católica y cultural de Venezuela. En cuanto a la actual crisis social en Venezuela, el arzobispo dijo que reza para que “un nuevo sol ilumine las sombras de muerte en las que ahora vivimos, y nos guíe por el camino de la reconciliación, la justicia y la paz”.

Los concelebrantes de la misa incluyeron a monseñor Kevin Sullivan, director ejecutivo de Caridades Católicas arquidiocesanas; el padre Lorenzo Ato, director de comunicaciones del Ministerio Hispano arquidiocesano; y el padre Brian McWeeney, director del Apostolado Étnico arquidiocesano.

Monseñor Sullivan, en sus palabras de cierre, ratificó el apoyo y la solidaridad que la Iglesia en Nueva York mantiene con los inmigrantes de Venezuela y otros países. “En los últimos dos meses, hemos tenido la bendición y la responsabilidad de atender a más de 2.000 personas de Venezuela que ahora están en Nueva York, que están tratando de recibir seguridad y oportunidad… Los asistimos con las manos de Cristo”, dijo.

Oly Salasales, presidente del Comité de Nuestra Señora de Coromoto arquidiocesano, quien expresó su agradecimiento al arzobispo Padrón y a la Arquidiócesis de Nueva York, dijo en sus palabras de clausura: “Es un honor para nosotros que la arquidiócesis nos permita tener esta misa anual... Gracias a todos los presentes y bendiciones a todos”.

Los otros dos concelebrantes de la misa fueron el padre Alexis Bastidas, párroco de Santa Teresa en el Lower East Side de Manhattan, nacido en Venezuela; y un sacerdote que viajó con el arzobispo a Nueva York desde su Venezuela natal, padre Carlos Viñas.

La historia de María bajo el título Coromoto proviene de su aparición al cacique Coromoto de la tribu Cospes cerca de Guanare, Venezuela, en 1651 y nuevamente al año siguiente. Después de la segunda aparición, se descubrió una pequeña pintura de ella, representada con el Niño Jesús en su regazo.