En Yonkers, Mujeres Hispanas Cosiendo Mascarillas Para Familias Necesitadas

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En la parroquia de San Pedro y San Denis en Yonkers, un grupo de mujeres ha estado cosiendo mascarillas protectoras en sus casas para las familias necesitadas como una manera de ayudar a esas familias a protegerse de la pandemia del coronavirus; un gesto que ha sido recibido con gratitud por parte de las mismas familias que además de recibir las mascarillas también obtienen comidas de la despensa de alimentos de la parroquia. La operación comenzó hace tres semanas.

“Las mujeres lo hacen por solidaridad; siempre les gusta ayudar a los demás”, dijo a Catholic New York por teléfono la semana pasada Janet Hernández, una dirigente de la agencia Servicios Comunitarios de Caridades Católicas de Westchester. “Están utilizando sus habilidades y creatividad para ayudar en esta crisis. Siempre han estado dispuestas a ayudar a la parroquia”, agregó la Sra. Hernández, señalando además que las mujeres se han ofrecido como voluntarias para diversas otras actividades.

La Sra. Hernández es la organizadora del programa de jornaleros para Servicios Comunitarios de Caridades Católicas de Westchester. Las 12 mujeres que cosen, la mayoría de ellas inmigrantes hispanas, son miembras de una clase de costura que ya tiene años y que se llevaba a cabo en el sótano de la iglesia antes de que comenzaran las restricciones de seguridad ante la crisis. La clase está dirigida por Águeda Zavaleta, una maestra voluntaria de costura. Zavaleta y la mayoría de las mujeres en el grupo son esposas de jornaleros.

Cada mujer usa su propia máquina de coser en casa, con telas e hilos donados para llevar a cabo su buena obra a través de Caridades Católicas, la cual distribuye las mascarillas protectoras a las personas más necesitadas enel área de Yonkers. Los organizadores de Caridades Católicas dijeron que tres miembras del grupo de cosedoras estaban entre las mujeres de la parroquia que hicieron los paños para el altar utilizados por el papa Francisco en las misas que celebró durante su visita a la arquidiócesis en septiembre de 2015.

Adelaida Marroquín es una de las tres mujeres (y tambien la Sra. Zavaleta). “Sí, nos dieron el material, y estamos hacienda las mascarillas desde nuestras propias casas, y las mascarillas son lavables,” dijo la Sra. Marroquín a CNY. “Es muy importante para nosotros hacer esto. Veo en las noticias por televisión que mucha gente está muriendo, que demasiada gente está muriendo; es muy triste. Se trata de ayudar a salvar vidas. Quiero hacer muchas más mascarillas. Y rezamos por los enfermos para que se recuperen rápidamente”.

La Sra. Marroquín, madre casada de tres hijos, señaló que en el 2015 “hicimos cinco manteles para el papa Francisco; fuimos más o menos 12 de nosotras.” Ella dijo que aprendió mucho sobre costura en esa ocasión; sin embargo, más tarde dejó el grupo y eventualmente regresó para mejorar aún más sus habilidades. Su marido, Umberto López, también es uno los miembros del programa de jornaleros de Yonkers.

Esmeralda Hoscoy, directora regional de Servicios Comunitarios de Caridades Católicas de Westchester, dijo que de los varios cientos de mascarillas que se han hecho, varias ya fueron entregadas a los empleados voluntarios de primera línea de Caridades Católicas, quienes hacen obras comunitarias y trabajan en las despensas de alimentos en la parroquia y en la cercana oficina de la agencia de Caridades Católicas en Westchester. La Sra. Hoscoy añadió que muchas mascarillas también ya se han distribuido a las familias que van a las despensas de alimentos, previa solicitud. También hay mascarillas que se han vendido como una forma de recaudar fondos para pagar a algunas de las mujeres del grupo de costura que están trabajando en ello debido a la crisis del coronavirus. Las ventas han sido principalmente a personas interesadas en apoyar la mision de Caridades Católicas, en lugar de comprar mascarillas a un negocio con fines de lucro. Servicios Comunitarios de Caridades Católicas de Westchester planea vender algunas mascarillas a empresas y a organizaciones sin ánimo de lucro.

“Estas mascarillas están ayudando a proteger y posiblemente incluso a salvar vidas”, dijo la Sra. Hoscoy. “Solo el miércoles, cuando distribuimos alimentos (en la oficina de la agencia), cada voluntario estuvo expuesto a 300 personas en un periodo de dos horas”. La iglesia parroquial está en la calle Ludlow. Su despensa de alimentos suele está abierta los martes. La oficina de Caridades Católicas está a unas tres cuadras de distancia en la avenida Hawthorne, y su despensa funciona esporádicamente, principalmente durante los miércoles de las últimas semanas.

“Ellas (las mujeres del grupo de costura) lo están hacienda para ayudar a proteger a los demás”, dijo la Sra. Hoscoy. “También las mantiene ocupadas. Son mujeres que, como todos los demás, están recluidas en casa. Esto les da una meta, un reto, y ellas se enorgullecen de su trabajo”.

Para mayores informes o para donar material: (888) 744-7900, o por favor visite www.catholiccharitiesny.org