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La misa anual patrocinada por el Movimiento Matrimonial Católico arquidiocesano se celebró el 13 de febrero en la Catedral de San Patricio con un mensaje del celebrante de que nuestros hogares son el primer lugar “en donde debemos cultivar los valores cristianos más profundos”. Unas 270 parejas renovaron sus votos matrimoniales.
“Padre Eterno, extiende Tu mano protectora sobre estos tus hijos”, oró el obispo José Antonio Canales Motiño de la Diócesis de Danlí, Honduras, durante la misa en español celebrando el Día Mundial del Matrimonio, “para que a lo largo de su vida matrimonial ellos continúen comunicando los dones de Tu amor, el uno por el otro como signo de Tu presencia; y con sus hijos para así formar una familia santa”.
Durante su homilía, el obispo Canales también dijo: “Para mí es un regalo recibir esta invitación de la arquidiócesis de estar aquí con ustedes para celebrar esta misa especial… Es una preciosa ocasión para ir a las raíces del matrimonio y de la familia. El matrimonio y la familia no son una invención humana; ambos tienen sus raíces precisamente en nuestra fe, en el Libro del Génesis cuando Dios creó al primer hombre y a la primera mujer”.
Cuando el Señor unió al hombre y la mujer, “nació el matrimonio, y cuando el Señor les dijo que se multiplicaran, es ahí en donde nació la familia. Así pues, para nosotros los cristianos, el matrimonio tiene su origen en Dios, nuestro Señor”, dijo el obispo.
Él continuó señalando que Cristo vino al mundo naciendo en una familia; entrando a formar parte de la Sagrada Familia para convertirse en el Reconciliador, el Salvador, el Redentor… Fue un matrimonio que lo acompañó desde los primeros momentos”.
El obispo Canales también explicó que “no existe la familia perfecta; eso no existe. Tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos, pero nosotros como cristianos tenemos el tesoro de dejar entrar a Jesús en nuestros hogares”.
Cuando llegó el momento en la misa de la renovación de los votos matrimoniales, el obispo Canales dijo: “Pedimos que las parejas (alrededor de 270) que están casadas por el sacramento del matrimonio se pongan de pie para renovar sus votos; por favor, pónganse al frente uno del otro”. Los matrimonios, encabezados por el obispo, renovaron sus sagrados votos.
El obispo dijo a la congregación: “Oremos todos por las parejas (alrededor de 120) que están aquí y que no han recibido el sacramento del matrimonio, “para que el Señor les conceda la gracia de recibir este sacramento un día pronto”. (Esas parejas están casadas por lo civil).
La Oración de los Fieles incluyó una oración por todas las parejas presentes. “Y estamos orando por todas las familias del mundo”, agregó el obispo Canales. Las intenciones incluyeron orar por las almas de las personas que han muerto a causa de Covid-19 y por la salud de los que están enfermos con el virus. Algunas de las parejas iban acompañadas de sus hijos y otros seres queridos.
José y Dominga Rodríguez, nacidos en República Dominicana, estuvieron entre las parejas que renovaron sus votos matrimoniales. Son feligreses de la parroquia de St. Raymond en el Bronx. “Fue una bonita misa con un bonito mensaje del obispo”, dijo José Rodríguez, de 56 años, a Catholic New York. “Hemos renovado nuestros votos varias veces, incluyendo cuatro veces a través del Movimiento Matrimonial Católico. Hemos estado casados 31 años”.
Rodríguez también dijo: “Es muy importante para nosotros renovar nuestros votos; recordarnos día a día de la importancia del sacramento del matrimonio; con cada renovación entendemos más el significado de nuestro compromiso”. La pareja crió tres hijos y una hija y tienen una nieta.
Hacia el final de la misa, los organizadores Máximo y Marcia Correa expresaron su agradecimiento. “Gracias a todos ustedes”, dijo Máximo Correa, dando un especial agradecimiento al obispo Canales y a los concelebrantes de la misa por su guía y apoyo.
La Sra. Correa, después de felicitar a todas las parejas, leyó los nombres de cuatro de ellas que, a través del Movimiento Matrimonial Católico, habían recibido el sacramento del matrimonio en el 2021. Antes de la misa, esas parejas habían recibido una cruz del Movimiento Matrimonial Católico como símbolo de su unión y compromiso. Las cuatro parejas, a quienes se les pidió que se pusieran de pie, recibieron el aplauso de los fieles solidarios. Las parejas estaban compuestas por Luis y Johanna Guerrero, Yerlin y Valery Liriano, Rafael y Marilyn García, Alexander y Viviana Avendaño.
Ese mismo día, pero más temprano en la tarde, el obispo Canales había celebrado la misa anual en la catedral en honor a Nuestra Señora de Suyapa, patrona de Honduras.
