Sacerdote de la República Dominicana Sirve a Hispanos en Parroquias de Ulster y Dutchess

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En la parroquia de Santa María-San Pedro en Kingston, el padre Nelson Pichardo sirve como la primordial guía espiritual y sacramental para un creciente número de familias hispanas en el condado de Ulster y el adyacente condado de Dutchess.

El padre celebra la misa en español tanto en Santa María-San Pedro como en las parroquias de San Agustín en Highland y de Nuestra Señora de las Nieves-San José en Saugerties, todas estas en Ulster, y la de San Denis en Hopewell Junction, condado de Dutchess. El padre Pichardo va a cumplir 25 años en el sacerdocio celebrando su misa jubilar en Santa María-San Pedro el 15 de julio, día de su ordenación en 1995 en la diócesis de La Vega en su República Dominicana natal. El padre ha iniciado el proceso de incardinación en la arquidiócesis de Nueva York.

“Tengo una gran misión aquí, gracias a Dios. La arquidiócesis me pidió que sirviera aquí en el área de Kingston, principalmente en el ministerio a la comunidad hispana”, dijo el padre Pichardo, de 52 años, en una entrevista a Catholic New York.

“Han pasado dos años y ha sido una bendición para mí. La mayoría de ellos son inmigrantes y muchos son indocumentados. Los ayudo espiritualmente a través de los sacramentos. Son personas con ganas de escuchar la Palabra de Dios; se preocupan por la vivienda y por los trabajos, y buscan orientación familiar. Además, muchos se preocupan por no tener documentos migratorios”.

El padre Pichardo dijo que su mensaje central a las familias es que siempre deben recordar que “la Iglesia los apoya; que la arquidiócesis no los abandonará”.

“Les doy palabras de apoyo para que sepan que estamos aquí para ayudar”, dijo el padre Pichardo.

La ayuda incluye asistencia con alimentos y artículos esenciales para el hogar, especialmente desde que la pandemia de coronavirus empezó en marzo. Muchos de los inmigrantes son trabajadores agrícolas, empleados de restaurantes y limpiadoras de casa, y la mayoría son de México y Centroamérica.

Los latinos conforman alrededor del 40 por ciento de los feligreses en Santa María-San Pedro, la cual tiene la comunidad hispana más grande de las cuatro parroquias en donde el padre sirve.

El padre Pichardo también señaló: “Este año estamos capacitando a un grupo de 30 personas para que sean catequistas bajo el programa arquidiocesano; es el primer programa en español en esta área. Esto es muy importante”.

Al principio de su sacerdocio en la República Dominicana el padre se desempeñó como maestro de teología de una escuela secundaria católica, y fue un líder con los movimientos Cursillo y Renovación Carismática. Él también sirvió en varias parroquias.

El padre Pichardo creció siendo el tercero entre seis hijos de devotos padres católicos; su difunto padre fue un catequista cuyos estudiantes incluían a sus propios hijos. Mentores clave más tarde incluyeron al obispo auxiliar Benito Ángeles Fernández de la arquidiócesis de Santo Domingo, quien fuera maestro en el seminario menor del padre Pichardo antes de su ordenación como obispo.

En la arquidiócesis de Nueva York, el padre Pichardo sirvió por primera vez en la parroquia de San Gregorio Magno en Manhattan de 2006 a 2010, antes de regresar a la República Dominicana de 2010 a 2013 para enseñar teología y antropología cristiana en la Universidad Católica del Cibao. De regreso en Nueva York, el padre sirvió en la parroquia de San José de la Sagrada Familia en Harlem de 2014 a 2018, y después fue asignado a Santa María-San Pedro en Kingston.

Nuestra Señora de Altagracia, patrona de la República Dominicana, “tuvo mucho que ver con mi vocación”, dijo el padre Pichardo. “Fue a sus pies en donde nació mi vocación” cuando era un niño de 10 años.

El padre William Scafidi, párroco de Santa María-San Pedro, y Florencio Coraizaca, un destacado voluntario parroquial, coincidieron en que el padre Pichardo ha sido una bendición para la parroquia y en su compromiso con el ministerio a las familias hispanas.

“El pueblo está muy contento”, dijo Coraizaca, de 65 años, nacido en Ecuador, acerca del ministerio del padre Pichardo.

“Esto ha sido muy importante para nosotros. El ayuda cantidades con los sacramentos y sus consejos espirituales”.