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El cardenal Dolan, al celebrar la Misa anual de Nuestra Señora de Altagracia en la Catedral de San Patricio, dijo que esperaba aceptar una invitación para visitar la República Dominicana. Nuestra Señora de la Altagracia es la patrona de la nación caribeña.
La invitación se dio casi al final de la homilía del obispo Jesús Castro Marte de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, República Dominicana. El cardenal Dolan agradeció al obispo después de la homilía y dijo que esperaba poder ir.
Tanto la invitación como la respuesta del cardenal fueron recibidas con vítores y fuertes aplausos de parte de las 1.200 personas que asistieron a la misa en español celebrada en la tarde del 16 de enero.
La invitación surgió de la celebración del Jubileo de Nuestra Señora de la Altagracia, 100 años desde la coronación canónica del histórico retrato de María en un pesebre el 15 de agosto de 1922. La celebración de un año de duración comenzó el pasado agosto en la República Dominicana y Nueva York.
“Mis profundos saludos a todos los aquí presentes celebrando la misa por la patrona de la República Dominicana, Nuestra Señora de la Altagracia”, dijo el cardenal en las palabras de apertura en las cuales subrayó la celebración del jubileo que dura un año.
El cardenal también agradeció al obispo Castro por su visita a Nueva York y le dio la bienvenida como homilista.
En la homilía, el obispo Castro primero expresó sus más sinceras condolencias a las familias de las víctimas del mortal incendio ocurrido en un edificio de apartamentos el 9 de enero en el Bronx, en el cual murieron 17 residentes. El obispo habló de la importancia de la fe y la esperanza cristianas. “Y ahí está nuestra fuerza”, dijo al expresar su oración solidaria.
El obispo habló del significado de la renovación personal y de la Iglesia, de orar por las intercesiones de María, y de cómo, junto a ella, siempre debemos recordar dar gracias a Dios por nuestras bendiciones. Habló de su gratitud y alegría al saber cómo desde hace décadas personas de su querida República Dominicana han sido acogidas por la Iglesia en Nueva York, una arquidiócesis que desde hace mucho tiempo ha acompañado a la comunidad dominicana honrando a Nuestra Señora de la Altagracia.
Obispo Castro también habló de la importancia de “reconocer los signos del Señor” en nuestra vida, en alusión a la primera lectura, de Isaías 7: “Por tanto, el Señor mismo os dará un signo; la joven, encinta y para dar a luz, le pondrá por nombre Emanuel. Cuajada y miel comerá para que aprenda a rechazar el mal y escoger el bien”.
Los comentarios de clausura estuvieron a cargo de Ana Ozuna, presidenta del Comité de Nuestra Señora de la Altagracia arquidiocesano, y del padre Ambiorix Rodríguez, párroco de Santa Isabel en Washington Heights. El padre Rodríguez, nativo de la República Dominicana, secundó la invitación del obispo Castro al cardenal Dolan.
Dos imágenes enmarcadas de Nuestra Señora de la Altagracia de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey fueron presentadas para que el cardenal las bendijera. Una se entregará a la Diócesis de Brooklyn y la otra a la Arquidiócesis de Hartford.
Nuestra Señora de la Altagracia es un retrato de la Virgen María en un pesebre pintado alrededor de 1500 y conservado en una basílica de Higüey. Su fiesta se celebra el 21 de enero.
El retrato original fue coronado dos veces: el 15 de agosto de 1922 durante el pontificado de Pío XI; y por el papa Juan Pablo II, quien personalmente coronó el retrato con una tiara de plata dorada durante su visita a Santo Domingo, República Dominicana el 25 de enero de 1979.
El pasado agosto, el padre Rodríguez regresó de la República Dominicana con una réplica de la pintura original de Nuestra Señora de la Altagracia. La imagen peregrina ha sido transportada a las parroquias de la Arquidiócesis de Nueva York y la peregrinación continuará hasta el próximo verano. Se espera que participen más de 40 parroquias.
La réplica vino de los líderes de la Iglesia en la República Dominicana como regalo al Comité de Nuestra Señora de la Altagracia arquidiocesano. La imagen peregrina estuvo exhibida durante la misa del 16 de enero, así como en una misa especial celebrada en la catedral el 24 de octubre en conmemoración del jubileo de 100 años.
Pedro Madera, de 63 años, estaba entre muchos dominicanos que ondeaban orgullosamente banderas de su país después de la misa. El Sr. Madera es feligrés de la parroquia de San Anselmo y San Roque en el Bronx. “Fue súper excelente”, dijo Madera a Catholic New York, refiriéndose a la celebración de la misa y la inspiradora homilía.
